Con la cabeza llena de ruido - mis pensamientos revolotean tanto como abejas en un panal- fui a comprar un short para corredor a una tienda deportiva que se encuentra en uno de tantos centros comerciales de la ciudad donde habito, al buscar lo que necesitaba sólo un pensamiento brincaba de entre todos los demás, el viernes tengo mi primer examen en el Kendo (practico éste arte marcial desde hace un par de meses, necedad personal en convertirme en un samurai, si, si ya se que ya no existen, pero de alguna forma podré alcanzar mi sueño de ser un guerrer@, que esto es otra historia que en algún momento contaré), dicha idea chocaba entre las paredes de mi cabeza cual polilla atrapada tras un traslucido vidrio de ventana, al terminar mi compra fui a la zona de "fat-food", y entre todo ese desfile de comida gourmet, escogí de la comida japonesa un paquete que consistía en un Tampico maki, ensalada primavera y otro maki de plátano con chocolate.
Rápidamente busque lugar para devorar los sagrados alimentos recién adquiridos, entre el acomodo del "obento" en la mesa y mi estómago que reclamaba comida, mi mente seguía clavada en el examen de kendo, que me iban a evaluar, cuanto tengo que resistir, que tanto tengo que poner de energía y una serie de preguntas que no podía contestar, sino hasta el viernes, mi cuerpo autómata cogió los palillos y un trozo del Tampico maki, mis ojos registraron dos recipientes con un líquido obscuro que se supone era la salsa de soya.
Mi cerebro continuaba neceando con las mismas preguntas, mi estómago se apoderaba de mis acciones mis dedos destaparon uno de los recipientes y sumergí mi rollito de arroz en el caldo obscuro, vi que era más espeso que otras veces, no le di importancia, seguí mis instintos y lleve el bocado a mis fauces, al entrar en contacto con mi sistema gustativo, hubo un choque de todo, el examen se me olvido, regrese a la realidad y al sitio donde estaba, el estómago dejo de mandar y el cerebro despertó... QUE DEMONIOS ES ESTO??!!! SABE A, SABE A... no sé que cara puse, el vecino de la mesa de enfrente se dio cuenta y puso cara de pregunta: que tan mal estará la comida? el cerebro registro: la cosa viscosa y obscura no era la soya era CHOCOLATE!!! Para el maki de plátano, entre los sabores identifique el jengibre, el wasabe, el arroz, el aderezo Tampico y un sabor dulzón, mastique, mastique, mastique y fui tragando... ni modo eso pasa por estar distraída y pensar en cosas que no tienen respuesta inmediata hasta que no sucedan, por lo pronto debo decir que el tampico maki con chocolate no sabe tan mal, sólo el choque psicológico es impactante y después pasa suavecito. JAJAJA
Angel Sharek
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